Consejos para un bronceado saludable

Si bien la recomendación médica es protegerse del sol en todo momento para prevenir enfermedades y daños en la piel, la tarea se torna un poco difícil cuando la tentación del verano es lucir un cuerpo bronceado.

La buena noticia es que siguiendo estas simples recomendaciones no sólo es posible conseguir el bronceado que queremos sin comprometer la salud de nuestra piel, sino también lograr un color más uniforme y duradero que puede llegar a mantenerse hasta el próximo verano.

Antes del gran día:

Unas semanas antes del anhelado y programado encuentro con el sol, empiece a hidratar la piel. No existe límite en la cantidad de crema hidratante y protector solar a usar y la frecuencia con la que se apliquen.

Modifique su dieta:

Al menos 2 semanas antes de exponerse al sol, la recomendación es incluir en la dieta alimentos ricos en betacarotenos como las naranjas y zanahorias, los tomates, mangos y calabazas. Aumentar el consumo de estos alimentos sirve para activar la melanina en la piel y acelerar el proceso de bronceado; esto significa menos horas de exposición y menos maltrato a la piel.

Tener paciencia es clave:

El tipo de bronceado más saludable y al mismo tiempo el más duradero, se consigue con disciplina en un proceso progresivo. Durante las primeras sesiones al sol, es prudente aplicar un bloqueador de alta protección en todo el cuerpo, un SPF 100 es ideal.

Durante la segunda y tercera sesión y de acuerdo al estado de la piel, se puede avanzar a un bloqueador con menos índice de protección SPF 50 o SPF 30. Al paso de los días es posible empezar a utilizar una línea de bronceador que conserve un SPF por encima de 20.

Hidratarse constantemente:

Beber mucha agua o bebidas hidratantes, así como tomar recesos dentro de la piscina o del mar para regular la temperatura corporal y refrescar la piel, es indispensable.

Horarios específicos:

Se recomienda aprovechar los primeros rayos de la mañana y los últimos de la tarde. Abstenerse de broncearse entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Las sesiones de bronceo no deben sobrepasar los 20 minutos por cada lado.

Ducharse:

Una vez terminada la sesión, bañarse para retirar los excesos de producto e intensificar la aplicación de cremas y lociones hidratantes.

Recomendaciones:
La recomendación médica durante el verano es pasar la mayor parte del tiempo bajo la sombra, pero ante la tentación de un cuerpo bronceado, siga estas recomendaciones para evitar una complicación severa de la piel.

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